Qué es el estigma según Erving Goffman

Cómo el estigma afecta la identidad social

El estigma es un concepto central en la sociología moderna, especialmente cuando se analiza cómo las personas son percibidas, marginadas o incluso excluidas por la sociedad debido a ciertos rasgos o características. En este artículo, profundizaremos en qué es el estigma según Erving Goffman, uno de los teóricos más influyentes en este campo. A través de su obra *La presentación de la persona en la vida cotidiana* y su libro *Estigma: notas sobre la gestión del discursivo de la identidad perjudicada*, Goffman nos ayuda a entender cómo los individuos gestionan su identidad social ante la sociedad y cómo el estigma puede afectar su forma de interactuar con los demás.

¿Qué es el estigma según Erving Goffman?

Erving Goffman define el estigma como una marca social que reduce a una persona a una categoría inferior, distorsionando o incluso anulando su valor social. Este estigma puede manifestarse de diversas formas: como una discapacidad física, una enfermedad mental, un historial criminal, una afiliación religiosa o ideológica minoritaria, o incluso una característica personal que vaya en contra de los estándares sociales dominantes.

Según Goffman, el estigma no solo afecta a la persona directamente, sino que también influye en la manera en que los demás la perciben, interactúan con ella y la tratan. El estigmatizado, al ser consciente de su situación, puede desarrollar estrategias para manejar su identidad y mitigar el impacto negativo del estigma en su vida social.

Un dato histórico interesante es que Goffman, nacido en 1922 en Alberta, Canadá, fue un pionero en el estudio de la interacción social. Su trabajo en el estigma surgió de una combinación de observaciones clínicas y teóricas, ya que él mismo luchó contra la esquizofrenia, lo que le permitió comprender desde dentro la experiencia de los estigmatizados.

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Además, Goffman propuso que el estigma no es simplemente una característica personal, sino un proceso social que implica tanto al estigmatizado como al observador. Este proceso puede llevar a la pérdida de lo que llama estatus de persona, donde el individuo deja de ser visto como un ser humano pleno para ser reducido a su condición estigmatizada.

Cómo el estigma afecta la identidad social

El estigma no solo es una etiqueta que se le asigna a una persona, sino que también influye profundamente en cómo esa persona percibe a sí misma y cómo interactúa con los demás. Goffman destaca que el estigma puede dividirse en tres tipos principales: el estigma de la personalidad, el estigma de la conducta y el estigma de la condición corporal. Cada uno de estos tipos opera de manera diferente, pero todos tienen en común el hecho de que reducen la capacidad de la persona para ser aceptada plenamente por la sociedad.

Por ejemplo, una persona con una discapacidad física puede enfrentar un estigma de condición corporal, lo que puede limitar sus oportunidades laborales, educativas y sociales. En el caso del estigma de la personalidad, una persona con una enfermedad mental puede ser estereotipada como peligrosa o inestable, lo que lleva a una marginación social. Por otro lado, el estigma de la conducta puede aplicarse a personas con historiales penales o adicciones, afectando su reputación y posibilidades de reinserción social.

Goffman también propuso que los estigmatizados tienden a desarrollar una conciencia de sí mismos muy desarrollada, ya que están constantemente observando las reacciones de los demás. Esto los lleva a adoptar estrategias de gestión de la impresión, como ocultar su condición o cambiar su comportamiento para evitar ser identificados como estigmatizados.

El impacto emocional del estigma

Un aspecto menos conocido del estigma, pero igualmente importante, es su impacto emocional en el individuo. Goffman describe cómo el estigma puede llevar a una disminución de la autoestima, a la sensación de aislamiento y a un aumento de la ansiedad y el miedo social. Esta carga emocional puede ser tan intensa que, en algunos casos, conduce a la depresión o al suicidio.

Además, el estigmatizado puede experimentar lo que Goffman llama la pérdida de la integridad personal. Esto ocurre cuando la persona se siente obligada a negar o ocultar una parte fundamental de sí misma para encajar en la sociedad. Esta negación puede llevar a una desconexión con su propia identidad y a un deterioro de su salud mental.

Por otro lado, algunos individuos desarrollan una forma de resiliencia estigmatizada, donde aceptan su condición y construyen una identidad social alternativa que les permite vivir con dignidad a pesar del estigma. Este proceso es complejo y varía según el contexto cultural, las normas sociales y la personalidad de la persona.

Ejemplos de estigma en la vida real según Goffman

Goffman ofreció numerosos ejemplos de estigma a lo largo de su obra. Uno de los más conocidos es el estigma asociado a la esquizofrenia. En su análisis, Goffman observó cómo las personas con esta enfermedad mental son estereotipadas como inestables, peligrosas o impredecibles, lo que lleva a su marginación social. Muchas veces, estas personas son etiquetadas como locas o diferentes, lo que dificulta que obtengan empleo, vivienda o incluso atención médica adecuada.

Otro ejemplo es el estigma de la delincuencia. Una persona con un historial criminal puede enfrentar dificultades para encontrar trabajo, obtener préstamos o incluso para vivir en ciertos barrios. Este estigma puede persistir incluso si la persona ya no representa una amenaza para la sociedad, y puede afectar a su familia y redes sociales.

También podemos mencionar el estigma asociado a la enfermedad de VIH. Durante las primeras décadas del sida, personas con VIH eran estigmatizadas y discriminadas, a menudo por miedo al contagio o por prejuicios culturales y religiosos. Este estigma no solo afectaba a las personas directamente, sino que también dificultaba el acceso a tratamiento y a apoyo social.

El concepto de persona perjudicada en Goffman

Una de las contribuciones más importantes de Goffman es la noción de persona perjudicada, un concepto que describe a individuos cuya identidad social ha sido dañada o reducida por el estigma. Según Goffman, estas personas pueden adoptar estrategias para manejar su estigma y recuperar su estatus social. Estas estrategias incluyen:

  • La ocultación: Esconder su condición o característica estigmatizada para evitar juicios negativos.
  • La neutralización: Aceptar públicamente su condición, pero presentarla de una manera que no afecte su valor social.
  • La redenominación: Reinterpretar su condición de una manera que no sea estigmatizante. Por ejemplo, una persona con adicción puede identificarse como recuperada en lugar de adiccionada.

Goffman también propuso que los estigmatizados pueden enfrentar distintos tipos de reacciones sociales, como el miedo, la repulsión o el rechazo. Estas reacciones pueden llevar a la persona a cambiar su comportamiento, su apariencia o incluso a rechazar su propia identidad para adaptarse mejor a la sociedad.

Una recopilación de tipos de estigma según Goffman

Goffman identificó varios tipos de estigma que pueden afectar a una persona de maneras distintas. A continuación, se presenta una lista detallada de los tipos de estigma que propuso:

  • Estigma de la personalidad: Se refiere a rasgos o trastornos mentales que afectan la forma de pensar, sentir o comportarse. Ejemplos: trastorno bipolar, esquizofrenia.
  • Estigma de la conducta: Se aplica a personas cuyo comportamiento es considerado inadecuado o moralmente incorrecto. Ejemplos: adicciones, criminalidad.
  • Estigma de la condición corporal: Afecta a personas con discapacidades físicas o enfermedades que alteran su apariencia. Ejemplos: cojera, quemaduras, VIH.
  • Estigma de la afiliación: Se refiere a pertenecer a una minoría religiosa, étnica o ideológica. Ejemplos: pertenecer a una religión minoritaria, ser miembro de una minoría sexual.
  • Estigma de la ocupación: Se aplica a personas cuyas profesiones son consideradas desfavorables o peligrosas. Ejemplos: prostitutas, delincuentes.

Cada uno de estos tipos de estigma puede afectar a la persona de manera única, pero todos comparten el impacto negativo en la identidad social y la capacidad de interactuar con los demás.

El estigma en la vida cotidiana

El estigma no es un fenómeno abstracto, sino que se manifiesta de manera constante en la vida cotidiana. Desde cómo nos vestimos hasta cómo hablamos, nuestras acciones y apariencias pueden ser juzgadas por otros y, en algunos casos, estigmatizadas. Por ejemplo, una persona que lleva ropa no convencional puede ser estigmatizada como extraña o no perteneciente a un grupo social determinado.

En el ámbito laboral, el estigma puede afectar a quién se contrata, a quién se promueve y a quién se le da confianza. Una mujer embarazada puede ser estigmatizada como menos productiva, mientras que una persona con una discapacidad puede enfrentar barreras para acceder a ciertos puestos.

En la educación, el estigma puede llevar a la discriminación de estudiantes con necesidades especiales o a la marginación de niños de familias con bajos ingresos. Estos casos no solo afectan a las personas directamente involucradas, sino que también generan una cultura de exclusión y desigualdad.

¿Para qué sirve el concepto de estigma según Erving Goffman?

El concepto de estigma propuesto por Goffman tiene múltiples aplicaciones prácticas. En primer lugar, ayuda a entender cómo la sociedad clasifica y juzga a las personas, lo que puede llevar a la discriminación y la exclusión. Este conocimiento es fundamental para desarrollar políticas públicas que promuevan la inclusión y la igualdad.

En segundo lugar, el estudio del estigma permite a los profesionales de la salud mental, la educación y el derecho identificar y abordar los prejuicios que afectan a sus pacientes o clientes. Por ejemplo, un psiquiatra que entiende el estigma asociado a la esquizofrenia puede trabajar con sus pacientes para fortalecer su autoestima y reducir la sensación de marginación.

Finalmente, el concepto de estigma también es útil para las personas que lo experimentan directamente. Al reconocer que el estigma es un fenómeno social y no una característica personal, las personas pueden desarrollar estrategias para manejarlo y mejorar su calidad de vida.

El estigma y su impacto en la salud mental

El estigma tiene un impacto directo en la salud mental de las personas. Goffman señaló que el miedo a ser estigmatizado puede llevar a individuos a ocultar sus problemas de salud mental, lo que retrasa la búsqueda de ayuda y tratamiento. Este fenómeno es especialmente común en culturas donde la salud mental no es un tema aceptado o discutido abiertamente.

Además, el estigma puede llevar a una autoestigmatización, donde la persona internaliza las actitudes negativas de la sociedad y comienza a creer que es inferior o que no merece ayuda. Esto puede llevar a un aislamiento social, a la depresión y, en algunos casos, al suicidio.

Por otro lado, el estigma también afecta a los profesionales de la salud mental. Muchas veces, los médicos, psicólogos y trabajadores sociales enfrentan estereotipos como locos, diferentes o inútiles, lo que dificulta su labor y puede llevar a una falta de reconocimiento profesional.

El estigma en la sociedad contemporánea

En la sociedad actual, el estigma persiste en diferentes formas y contextos. Aunque hay un mayor conocimiento sobre la diversidad y los derechos humanos, muchos grupos siguen enfrentando estigma por su orientación sexual, género, religión o incluso por su forma de vestir o hablar. Por ejemplo, en muchos países, las personas transgénero o no binarias siguen enfrentando discriminación y violencia por parte de la sociedad.

Además, el estigma también se manifiesta en el ámbito digital. Las redes sociales pueden ser un espacio donde se propaga el estigma rápidamente, ya que la información se comparte de manera masiva y a menudo sin verificar. Esto puede llevar a la difusión de rumores, estereotipos y actitudes negativas hacia ciertos grupos.

Por otro lado, también hay iniciativas positivas que buscan combatir el estigma. Organizaciones dedicadas a la salud mental, la diversidad y los derechos humanos trabajan activamente para educar a la sociedad y promover una cultura de inclusión y respeto.

El significado del estigma según Erving Goffman

Para Erving Goffman, el estigma no es solo una etiqueta social, sino un proceso complejo que afecta a la identidad, la interacción social y la percepción de uno mismo. El estigma puede manifestarse de manera explícita o implícita, y puede tener consecuencias profundas en la vida de las personas.

Goffman destacó que el estigma no es estático, sino que cambia según el contexto cultural y social. Lo que se considera estigmatizado en un momento dado puede no serlo en otro. Por ejemplo, en el pasado, tener una discapacidad física era estigmatizado, pero en la actualidad hay una mayor conciencia sobre la accesibilidad y la inclusión.

Además, el estigma no solo afecta a la persona directamente, sino que también influye en cómo los demás la perciben y tratan. Esto lleva a lo que Goffman llama la distorsión de la identidad, donde la persona es vista principalmente por su condición estigmatizada, en lugar de por quién realmente es.

¿Cuál es el origen del concepto de estigma en Goffman?

El concepto de estigma en Erving Goffman tiene sus raíces en la antropología, la sociología y la psiquiatría. Goffman se inspiró en la obra de George Herbert Mead, quien destacaba la importancia de la interacción social en la formación de la identidad personal. Además, Goffman trabajó en instituciones psiquiátricas, lo que le permitió observar de primera mano cómo las personas con enfermedades mentales eran tratadas y estigmatizadas.

Otra influencia importante fue la teoría de la etiqueta, que argumenta que el estigma surge cuando una persona es etiquetada por una sociedad y, en consecuencia, internaliza esa etiqueta como parte de su identidad. Goffman amplió esta teoría al analizar cómo los individuos gestionan su identidad social en presencia del estigma.

El libro *Estigma* (1963) fue publicado durante una época en la que la sociedad estaba comenzando a cuestionar ciertos prejuicios y estereotipos, especialmente en lo que respecta a la salud mental. Este contexto histórico permitió a Goffman desarrollar un análisis profundo y relevante sobre el fenómeno del estigma.

El estigma como proceso social

Goffman no solo veía el estigma como una etiqueta individual, sino como un proceso social complejo que involucra tanto al estigmatizado como al estigmatizador. Este proceso se divide en varias etapas:

  • La asignación del estigma: Cuando una persona es identificada por una característica que la sociedad considera negativa.
  • La internalización: Cuando la persona comienza a creer que su condición la hace inferior o inadecuada.
  • La gestión de la impresión: Cuando la persona desarrolla estrategias para manejar su estigma y mitigar su impacto.
  • La reacción social: Cuando la sociedad responde al estigma con miedo, rechazo o incluso repulsión.

Este proceso no es lineal y puede variar según el contexto cultural, las normas sociales y la personalidad del individuo. En algunos casos, la persona puede superar el estigma y construir una identidad social positiva, mientras que en otros puede enfrentar una vida de marginación y exclusión.

¿Cómo se puede combatir el estigma según Goffman?

Goffman no proponía soluciones políticas o legislativas directas, sino que enfatizaba la importancia de la educación, la conciencia social y la comprensión mutua. Según él, una de las formas más efectivas de combatir el estigma es mediante el diálogo abierto y honesto sobre las diferencias humanas. Cuando las personas comparten sus experiencias y sus historias, se fomenta la empatía y se reduce el miedo al desconocido.

También es fundamental que los estigmatizados tengan la oportunidad de expresar su voz y ser escuchados. Esto puede ayudar a desmontar los estereotipos y a cambiar la percepción social. Además, es importante que las instituciones, como los medios de comunicación, la educación y la salud, trabajen activamente para promover una cultura de inclusión y respeto.

Finalmente, Goffman señalaba que los estigmatizados pueden desarrollar una forma de resiliencia a través del apoyo mutuo y la construcción de comunidades seguras. Estas comunidades no solo ofrecen apoyo emocional, sino también estrategias prácticas para manejar el estigma en la vida cotidiana.

Cómo usar el concepto de estigma en la vida real

El concepto de estigma puede aplicarse en múltiples contextos de la vida real, desde la educación hasta el ámbito laboral. Por ejemplo, en un aula escolar, un profesor que entiende el estigma puede crear un ambiente inclusivo donde todos los estudiantes se sientan valorados y respetados, independientemente de sus diferencias.

En el mundo laboral, una empresa que reconoce el impacto del estigma puede implementar políticas de diversidad e inclusión que promuevan la igualdad de oportunidades. Esto puede incluir capacitación sobre el estigma, la creación de espacios seguros para el diálogo y el acceso a recursos de apoyo para empleados que enfrenten discriminación.

En el ámbito personal, comprender el concepto de estigma puede ayudarnos a ser más empáticos y comprensivos con quienes nos rodean. Nos permite cuestionar nuestros propios prejuicios y actuar con más respeto hacia quienes son diferentes a nosotros.

El estigma y la construcción de identidad

Una de las dimensiones más profundas del estigma es su impacto en la construcción de la identidad personal. Goffman argumenta que el estigma no solo afecta a cómo nos ven los demás, sino también a cómo nos vemos a nosotros mismos. Esta dualidad puede llevar a una crisis de identidad, donde la persona se siente dividida entre su auténtica identidad y la imagen que la sociedad espera de ella.

En muchos casos, los estigmatizados desarrollan una forma de identidad alternativa que les permite vivir con dignidad y propósito. Esta identidad puede basarse en valores, intereses o relaciones que no estén directamente relacionados con su condición estigmatizada. Por ejemplo, una persona con una discapacidad puede identificarse como artista, activista o educador, en lugar de como alguien con una discapacidad.

El proceso de construcción de identidad en presencia del estigma es complejo y puede variar según el contexto cultural, la personalidad de la persona y el tipo de estigma que enfrenta. En algunos casos, la persona puede internalizar el estigma y desarrollar una identidad negativa, mientras que en otros puede transformar el estigma en una fuente de fortaleza y resiliencia.

El estigma y la importancia de la empatía

Finalmente, es importante destacar que el estigma no solo es un problema de las personas estigmatizadas, sino también de la sociedad en su conjunto. Para combatirlo, es fundamental fomentar la empatía, el respeto y la comprensión mutua. La empatía nos permite ponernos en el lugar de los demás y comprender sus experiencias, sus miedos y sus luchas.

Goffman nos recuerda que todos somos vulnerables al estigma en algún momento de nuestras vidas. Puede ser por una enfermedad, una discapacidad, una elección de vida o incluso por una simple diferencia cultural. Por eso, es esencial que trabajemos juntos para construir una sociedad más justa, inclusiva y compasiva.

Solo mediante el diálogo, la educación y la acción colectiva podremos superar los estereotipos, reducir el estigma y promover un mundo donde todos tengamos la oportunidad de vivir con dignidad y respeto.