La televisión ha sido durante décadas una de las herramientas de comunicación más influyentes y omnipresentes en la sociedad moderna. Aunque a menudo se le critica por su enfoque en el entretenimiento ligero o por su impacto en la cultura, la televisión también tiene numerosos aspectos positivos que no deben ignorarse. En este artículo exploraremos a fondo qué hay de bueno en la televisión, desde su capacidad para informar y educar hasta su rol en la conexión social y el entretenimiento. Acompáñanos en este viaje para descubrir por qué, a pesar de los avances digitales, la televisión sigue siendo una fuente de valor para millones de personas alrededor del mundo.
¿Qué hay de bueno en la televisión?
La televisión es una herramienta de comunicación masiva que permite a las personas acceder a información, entretenimiento y educación de manera rápida y accesible. Su principal ventaja radica en su capacidad para llegar a un público amplio y diverso, incluyendo personas que no tienen acceso a internet o dispositivos digitales. A través de programas informativos, documentales, series educativas y canales especializados, la televisión puede fomentar la conciencia social, la comprensión cultural y el desarrollo intelectual de sus espectadores.
Además, la televisión ha sido históricamente un vehículo poderoso para la democratización del conocimiento. En los años 60 y 70, por ejemplo, programas como *Sesame Street* (Estados Unidos) o *Barrabás* (España) revolucionaron la educación infantil, demostrando que la televisión podía ser una herramienta pedagógica efectiva. Hoy en día, canales como National Geographic, Discovery o BBC ofrecen contenidos de calidad que combinan entretenimiento con aprendizaje, atrayendo a públicos de todas las edades.
Otro aspecto positivo es su capacidad para unir a las familias y generar momentos compartidos. En muchos hogares, la costumbre de ver juntos una película o un programa de televisión es una tradición que fortalece los lazos afectivos y crea espacios de conversación y reflexión. Aunque el consumo de contenido debe equilibrarse, no se puede negar que la televisión sigue siendo un punto de conexión social en la vida cotidiana.
La televisión como puerta de entrada a la cultura global
La televisión no solo ofrece entretenimiento; también es un espejo de la diversidad cultural del mundo. A través de la programación internacional, los espectadores pueden conocer tradiciones, costumbres y perspectivas de otros países sin necesidad de viajar. Esto fomenta la empatía, la comprensión intercultural y el respeto por otras formas de vida.
Por ejemplo, series extranjeras como *Narcos* (Colombia), *Money Heist* (España), o *Squid Game* (Corea del Sur) han sido vistas por millones de personas en todo el mundo, lo que ha impulsado el interés por su lengua, cultura y sociedad. Estos contenidos no solo entretienen, sino que también educan al espectador sobre diferentes realidades, ampliando su horizonte cultural.
Además, la televisión ha sido una herramienta clave para la preservación de lenguas minoritarias y expresiones culturales en peligro de desaparición. En muchos países, los canales públicos dedican espacios a la producción de contenido en idiomas locales, lo que contribuye a mantener viva la identidad cultural de comunidades tradicionales.
La televisión en tiempos de crisis: información y conexión emocional
Una de las funciones más valiosas de la televisión se manifiesta en momentos de crisis. Durante desastres naturales, conflictos internacionales o pandemias, la televisión actúa como un canal crítico para la difusión de información oportuna y confiable. En la pandemia de COVID-19, por ejemplo, los noticieros y canales dedicados a la salud fueron esenciales para informar al público sobre protocolos de seguridad, vacunación y medidas preventivas.
Además, en tiempos de aislamiento social, la televisión se convierte en una fuente de conexión emocional. Programas como concursos, telenovelas o comedias ofrecen momentos de escape y alivio emocional, ayudando a las personas a mantener su salud mental. Su papel como consuelo y entretenimiento durante períodos de estrés no puede subestimarse.
Ejemplos prácticos de lo bueno de la televisión
Para comprender mejor qué hay de bueno en la televisión, es útil examinar ejemplos concretos de programas y canales que destacan por su contenido positivo:
- Educación: Canales como National Geographic o Discovery ofrecen documentales sobre ciencia, naturaleza y tecnología, ideales para fomentar la curiosidad y el aprendizaje.
- Inclusión: Programas como *The Good Place* (Estados Unidos) o *Atypical* (Netflix) tratan temas como la ética, la discapacidad y la diversidad con sensibilidad y profundidad.
- Cultura: Series como *Peaky Blinders* (Reino Unido) o *Club de Cuervos* (España) profundizan en la historia, la política y la sociedad, mostrando cómo la televisión puede ser una herramienta para la reflexión crítica.
- Familia: Programas como *Padre de Familia* o *The Simpsons* no solo entretienen, sino que también generan conversaciones sobre valores, relaciones y la vida cotidiana.
Estos ejemplos muestran cómo la televisión puede ir más allá del entretenimiento para convertirse en un recurso valioso para la formación personal y social.
La televisión como medio para el cambio social
La televisión no solo refleja la sociedad, sino que también tiene el poder de influir en ella. A lo largo de la historia, ha sido un instrumento clave para promover el cambio social y el avance de los derechos humanos. Programas y documentales han servido para denunciar injusticias, sensibilizar al público y movilizar a la sociedad en torno a causas importantes.
Por ejemplo, en los años 60, la televisión jugó un papel fundamental en la visibilidad del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. Las imágenes de marchas, protestas y actos de violencia capturadas por las cámaras generaron un impacto internacional y contribuyeron a la presión política para lograr reformas. Hoy en día, series como *When They See Us* o *13th* abordan con crudeza temas como la injusticia racial y la cuestión carcelaria, generando un debate público amplio.
Además, la televisión ha sido un espacio para visibilizar grupos históricamente marginados, como la comunidad LGBTQ+, personas con discapacidad o minorías étnicas. Esto no solo promueve la diversidad en la pantalla, sino que también ayuda a construir una sociedad más inclusiva y empática.
Recopilación de lo mejor de la televisión en la actualidad
En la era digital, la televisión no se limita a la programación tradicional. Las plataformas de streaming, como Netflix, Amazon Prime Video y Disney+, han revolucionado la industria, ofreciendo una gran variedad de contenidos de alta calidad. Algunos de los ejemplos más destacados incluyen:
- Series educativas: *Cosmos: A Spacetime Odyssey* (ciencia), *Chernobyl* (historia), *The Crown* (política y biografía).
- Documentales impactantes: *Our Planet*, *The Social Dilemma*, *Making a Murderer*.
- Programas sociales: *Chef’s Table*, *Street Food*, *Tidying Up with Marie Kondo*.
- Contenido infantil: *Bluey*, *Paw Patrol*, *Molly of Denali*.
Estos ejemplos reflejan cómo la televisión moderna puede ser una herramienta poderosa para informar, educar y entretener al mismo tiempo.
El papel de la televisión en la formación de valores
La televisión tiene un impacto profundo en la formación de valores, especialmente en los más jóvenes. A través de la narrativa, los personajes y las situaciones que presenta, la televisión puede enseñar lecciones sobre responsabilidad, respeto, empatía y justicia. Un buen ejemplo es la serie *Bluey*, que utiliza la vida familiar para explorar temas como la comunicación, la resolución de conflictos y el crecimiento emocional.
En la adolescencia, la televisión puede tener un efecto aún más significativo. Series como *Stranger Things* o *Euphoria* no solo entretienen, sino que también abordan temas como la identidad, la salud mental y las relaciones interpersonales. Estos contenidos pueden ayudar a los jóvenes a entender sus propias experiencias y a sentirse menos solos en sus desafíos.
Por otro lado, es importante que los padres y educadores guíen el consumo de contenido, promoviendo la crítica y el análisis de los mensajes que se transmiten. En este sentido, la televisión puede ser una herramienta pedagógica poderosa si se utiliza de manera consciente.
¿Para qué sirve la televisión en la vida moderna?
En la vida moderna, la televisión sirve para muchas cosas más allá del entretenimiento. Es una herramienta de comunicación masiva que permite a las personas estar informadas sobre lo que ocurre en el mundo. A través de los noticieros, los espectadores pueden conocer las noticias más relevantes, desde asuntos políticos hasta eventos culturales y deportivos.
También sirve como un medio para el aprendizaje constante. Los canales especializados ofrecen cursos, talleres y documentales que cubren desde temas técnicos hasta artísticos, permitiendo a las personas adquirir nuevos conocimientos sin salir de casa. Además, en la era de las plataformas de streaming, la televisión se ha convertido en un recurso flexible y personalizable, adaptándose a los gustos y necesidades de cada usuario.
Otra función importante de la televisión es su papel como espacio de conexión social. Muchas personas comparten su tiempo viendo programas con amigos o familiares, lo que fortalece los lazos afectivos y genera conversaciones alrededor de los contenidos consumidos. En resumen, la televisión sigue siendo una herramienta multifuncional que trasciende el mero entretenimiento.
Ventajas de la televisión frente a otros medios
Aunque internet y las redes sociales han ganado terreno en la comunicación moderna, la televisión sigue teniendo ventajas que no pueden ignorarse. Una de las más destacadas es su capacidad para llegar a audiencias de todas las edades, incluyendo a personas mayores que pueden tener dificultades para navegar por internet. La interfaz sencilla de los televisores y la programación estructurada en horarios fijos ofrecen un acceso más cómodo y accesible para estas personas.
Otra ventaja es la calidad de la producción. A diferencia de muchos contenidos digitales, la televisión profesional cuenta con equipos técnicos, guionistas, actores y equipos de producción que garantizan un nivel de calidad audiovisual superior. Esto es especialmente evidente en documentales, series y programas de entretenimiento de alto presupuesto.
Finalmente, la televisión sigue siendo un medio con mayor credibilidad en ciertos contextos. En asuntos de información política, internacional o de salud, muchos espectadores prefieren confiar en los noticieros tradicionales o en canales públicos antes que en fuentes digitales, donde la desinformación puede ser más común.
Cómo la televisión refleja la evolución cultural
La televisión no solo es un medio de comunicación; también es un espejo de la evolución cultural de una sociedad. A lo largo de las décadas, los programas reflejan los cambios en los valores, las normas y las tendencias del público. Por ejemplo, en los años 80, la televisión se centraba más en el entretenimiento ligero, mientras que en la década de 2000 comenzó a surgir un interés por la profundidad narrativa y la crítica social.
Las telenovelas, por ejemplo, han evolucionado de historias simples de amor y traición a tramas que abordan temas complejos como la corrupción, el feminismo y la identidad. De manera similar, las series de televisión han pasado de ser episodios breves y cómicos a producciones de larga duración con tramas desarrolladas y personajes multidimensionales.
Esta capacidad de adaptarse a los cambios culturales es una de las razones por las que la televisión sigue siendo relevante. A través de ella, las personas pueden ver cómo su mundo cambia y evoluciona, lo que refuerza su papel como un observador y promotor de la cultura contemporánea.
El significado de la televisión en la sociedad
La televisión no es solo una herramienta tecnológica; es un fenómeno social que define cómo las personas se relacionan con la información, el entretenimiento y la cultura. Su significado trasciende el mero consumo de contenido para convertirse en un pilar fundamental de la vida moderna. En muchos hogares, la televisión es el punto de reunión, el lugar donde se comparten experiencias y se construyen memorias familiares.
Además, la televisión tiene un papel educativo y social que no puede subestimarse. A través de su programación, puede influir en la opinión pública, promover valores y sensibilizar sobre asuntos relevantes. En este sentido, su impacto va más allá del entretenimiento para convertirse en un motor de transformación social.
Por otro lado, el significado de la televisión también se ve en su capacidad para adaptarse a los cambios tecnológicos. Desde los primeros modelos en blanco y negro hasta las plataformas de streaming actuales, la televisión ha demostrado una resiliencia y capacidad de evolución que le permite seguir siendo relevante en un mundo en constante cambio.
¿De dónde viene el concepto de lo bueno en la televisión?
El concepto de lo bueno en la televisión tiene sus raíces en la percepción social del medio y su evolución histórica. En sus inicios, la televisión era vista como una herramienta de información y entretenimiento para el pueblo. Sin embargo, con el tiempo, se fue estereotipando como un medio de bajo nivel cultural, asociado principalmente con el consumo pasivo y el entretenimiento ligero.
El cambio de percepción comenzó a ocurrir en la década de 1980, cuando programas como *60 Minutes* (Estados Unidos) o *24 horas* (España) demostraron que la televisión también podía ser un medio serio de información. En los años 90 y 2000, la llegada de series de calidad como *The Sopranos* o *The West Wing* marcó un antes y un después en la narrativa televisiva, convirtiendo a la televisión en una forma de arte y expresión cultural.
Hoy en día, la percepción de lo bueno en la televisión está más diversa que nunca. No solo se valora la calidad de la producción, sino también su capacidad para reflejar realidades complejas, promover la diversidad y fomentar el pensamiento crítico.
La televisión como reflejo de la diversidad
La televisión tiene un papel fundamental en la representación de la diversidad. En la actualidad, los canales de televisión y las plataformas de streaming están abriendo espacios para personajes y historias que antes estaban marginadas. Esto incluye a personas de diferentes etnias, géneros, religiones, orientaciones sexuales y discapacidades.
Por ejemplo, series como *Pose* o *Orange Is the New Black* han dado visibilidad a la comunidad LGBTQ+, mientras que *Master of None* aborda con sensibilidad temas como la identidad cultural y la experiencia de las minorías. Estos programas no solo entretenen, sino que también educan al público sobre la diversidad humana y promueven una mayor comprensión mutua.
Además, la representación en la televisión tiene un impacto real en la autoestima y la identidad de los grupos minoritarios. Ver a personajes como uno mismo en la pantalla ayuda a las personas a sentirse representadas, valoradas y comprendidas. Este efecto positivo es una de las razones por las que la televisión sigue siendo un espacio importante para la inclusión social.
¿Por qué la televisión sigue siendo relevante en la era digital?
Aunque internet y las redes sociales han transformado la forma en que consumimos información y entretenimiento, la televisión sigue siendo una herramienta relevante. Su capacidad para ofrecer contenido de alta calidad, estructurado y accesible, la mantiene en una posición privilegiada frente a otros medios digitales. Además, su formato audiovisual es ideal para temas complejos que requieren una narrativa visual y emocional, como la historia, la ciencia o el arte.
Otra razón es su papel en la formación de hábitos de consumo. Muchas personas siguen prefiriendo ver la televisión en la cena o al final del día, ya sea en la televisión tradicional o a través de plataformas digitales. Esta costumbre no solo es cultural, sino también psicológica, ya que la televisión proporciona un momento de desconexión y relajación.
Finalmente, la televisión sigue siendo una herramienta clave en la comunicación de emergencias, eventos globales y noticias de alta relevancia. Su capacidad para llegar a millones de personas en cuestión de minutos no tiene parangón en otros medios. Esta función crítica la mantiene como un pilar de la sociedad moderna.
Cómo usar la televisión de manera positiva y ejemplos prácticos
Usar la televisión de manera positiva implica elegir contenido que aporte valor, equilibrar el consumo con otras actividades y aprovechar su potencial educativo. Aquí algunos consejos prácticos:
- Establecer horarios de visualización: Limitar el tiempo de pantalla ayuda a prevenir el consumo excesivo y fomenta otros hábitos saludables.
- Elegir contenido de calidad: Priorizar programas y series que tengan valor educativo, cultural o social.
- Ver en compañía: La televisión puede ser una actividad social si se comparte con familiares o amigos.
- Usar guías de contenido: Muchas plataformas ofrecen categorías como apropiado para niños o series educativas, lo que facilita la elección responsable.
Ejemplos de uso positivo incluyen ver documentales para aprender sobre historia o ciencia, seguir series que promuevan valores como la empatía o la resiliencia, o participar en concursos familiares que fomenten la interacción y el pensamiento crítico.
La televisión como herramienta para el desarrollo personal
La televisión no solo puede entretener, sino que también puede ser una herramienta poderosa para el desarrollo personal. Muchas personas usan la televisión para mejorar sus habilidades, aprender idiomas o explorar nuevos intereses. Por ejemplo, programas de cocina pueden ayudar a alguien a desarrollar habilidades culinarias, mientras que series de lenguaje extranjero pueden servir como apoyo para el aprendizaje de otro idioma.
Además, la televisión puede fomentar el pensamiento crítico al exponer al público a diferentes perspectivas y debates. Documentales sobre ciencia, política o economía pueden inspirar a las personas a investigar más profundamente sobre temas que les interesan. En este sentido, la televisión no solo transmite conocimiento, sino que también puede motivar a las personas a buscar su propio desarrollo intelectual.
El impacto positivo de la televisión en la salud mental
En tiempos de aislamiento o estrés, la televisión puede actuar como un recurso de apoyo emocional. Programas cómicos, series de humor o incluso series con personajes que superan desafíos pueden ayudar a las personas a encontrar alivio emocional. Además, programas que aborden temas de salud mental, como *Ted Lasso* o *13 Reasons Why*, pueden sensibilizar al público sobre estos asuntos y reducir el estigma asociado.
También hay estudios que sugieren que el consumo de contenido positivo y motivador a través de la televisión puede mejorar el estado de ánimo y fomentar la resiliencia emocional. Sin embargo, es importante recordar que el balance es clave. Usar la televisión como un escape ocasional puede ser beneficioso, pero su uso excesivo puede tener efectos negativos, especialmente si se convierte en un mecanismo para evitar enfrentar problemas más profundos.
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